jueves, 18 de octubre de 2007

EL ALGARVE PORTUGUÉS: LA ÚLTIMA COLONIA BRITÁNICA


Esta zona del sur de Portugal tiene innumerables encantos, tantos que es difícil explicarlos como se merecen en esta reseña que surge de experiencias propias por estos bellísimos parajes. Así que me centraré en dos zonas, las cuales conozco y a las cuales he viajado en un par de ocasiones, la última vez la pasada semana: ALBUFEIRA y CARVOEIRO (población que pertenece a Lagoa). Pero quiero hacer hincapié en la importancia que tiene la presencia de británicos en el lugar.

Empezaré por comentaros que en cuanto a la lengua, aunque evidentemente la oficial es la Portuguesa, la lengua usada por todos en la calle, restaurantes, taxistas, hoteles,… es el INGLÉS. No es de extrañar si tenemos en cuenta que prácticamente desde que pisas allí todo sugiere transportarte al Reino Unido. La población es mayoritariamente inglesa e irlandesa por lo que todo está “conquistado” por ellos.

Pero eso sí, con mucho gusto. Y evidentemente esto supone la principal fuente de ingresos para los portugueses de esta zona. Razón por la cual sustituyen su propia lengua. Llama la atención oir hablar a la señora de un supermercado o al taxista en perfecto inglés. Por lo que es una zona ideal para practicar la lengua y conocer o convivir con las costumbres sajonas.

La carta del menú se puede encontrar en inglés y portugués. En cuanto a las comidas, no podía faltar el “fish & chips” o el “British breakfast” acompañados de otros platos que también incluyen delicias portuguesas como “Cataplana” o “Grilled Sardines” que se puede acompañar con cualquier tipo de cerveza, pero yo os recomiendo una portuguesa, Sagres. No dejéis de visitar The Steak House en Carvoeiro, sencillamente delicioso. Eso sí, tened en cuenta los horarios: normalmente el desayuno se sirve de 8-10:30, la comida desde la 1 más o menos, los pubs abren a las 6 de la tarde (por cierto irlandeses y al estilo inglés). Todos los restaurantes, bares,… cuentan con pantallas gigantes de TV donde ver programación inglesa, principalmente los deportes: Premier League, Golf, Rugby,…incluso mundial de dardos. Dispones de prensa británica en cualquier sitio. Los ingleses, como todos sabemos, tienen fama de bebedores natos. Pues es verdad. Proliferan por todos sitios las “breweries” y los despachos de “Wines, beers, spirits and tobacco”

Albufeira tiene 24 playas y Lagoa 17. ¡Maravillosas!. Toda la costa está formada por acantilados realmente impactantes y grutas que ha hecho el mar. En Albufeira puedes hacer la Ruta de las Grutas a bordo de un catamarán que sin duda es impresionante, pero también puedes hacerlo en un barco pirata o en un bote pesquero.







En Carvoeiro, el Hotel Tivoli Almansor, sobre un acantilado que os muestro arriba, es ideal para una estancia inmejorable, el trato es exquisito.

Y en Albufeira, podéis comer muy bien en Restaurante A Ruina en la Playa de Pescadores situado en el casco antiguo a pie de playa y con un entorno bellísimo. En los alrededores hay miles de tiendas donde comprar de todo.

Fantasticas vistas, rayos de sol, arenas doradas y cristalinas aguas hacen del Algarve un paraíso que no deberías perderte y además con ese regusto inglés del bueno.







sábado, 6 de octubre de 2007

LAS FEMINISTAS MUJERES ANGLOSAJONAS


Después de leer artículos académicos a través de la web, tengo alguna información que me ha parecido interesante dar a conocer para al menos plantearse y repensarse en estos días que corren temas de rabiosa actualidad. Estas informaciones no las he investigado yo personalmente. Organizo aqui las ideas más relevantes en mi papel de transmisora y de enlace o mediadora para compartir esta información con todos los que estén interesados. De la historia aprendemos y como vemos casi todo está inventado, pero en este tema hay que empezar a hacer cambios y, a mi juicio, eso corresponde al mundo de las Ideas

En la etapa histórica Anglosajona (Anglo-Saxon Period), parece ser que las mujeres disfrutaban de poderes mágicos como la adivinación y encantamientos propios de las creencias medievales. Pero se tendía a creer que esos “poderes” sólo los usaban estas mujeres en relación con la fertilidad o los nacimientos cuando realmente habrían tenido conocimiento sobre medicina natural y el uso de plantas medicinales.

Por otra parte, también parece dejar de ser una mera especulación el hecho de que es posible que algunos de los poemas anónimos del Inglés Antiguo (Old English) fueran escritos por mujeres, aunque en ocasiones, los estudiosos prefieran seguir creyendo en una autoría exclusivamente masculina, posiblemente por asumir interpretaciones erróneas.

Es frecuente que los historiadores eviten mencionar a las mujeres a menos que estén escribiendo específicamente sobre ellas. Y sucede que al contrario que con los hombres, las “mujeres” a veces se quedan relegadas a una voz en el diccionario con pocas acepciones. Y es por esto que la historia de las mujeres ha sido considerada como “tumbas” históricas.

En la sociedad Anglosajona, las mujeres tenían deberes y responsabilidades superiores en estudiar y aprender las plantas y preparar recetas. Sin duda, las diferencias de poder entre hombres y mujeres siempre han estado más relacionadas con la fuerza física que con el miedo o la opresión dentro del matrimonio. La vida privada se convertía en pública al amparo de las leyes al servicio de la comunidad.

El sexo en las culturas patriarcales era considerado obsceno en la medida en que las mujeres eran percibidas como peligrosas o temidas como poderosas. La violación cometida por el marido era castigada como una de las peores ofensas contra la ley, y esta misma ley Anglosajona respetaba el derecho de que las mujeres libremente podían elegir con quien practicaban sexo. Estas mujeres mantenían una posición de poder, de relativa libertad y de liderazgo incluso dentro del seno de la Iglesia.

Después de la Conquista Normanda y hasta el comienzo de la era moderna con la llegada del Capitalismo, los Normandos introdujeron un nuevo concepto de la mujer: las mujeres fueron relegadas al rol de hija y esposa subordinada una vez casada.

Los Sajones permitían a los matrimonios divorciarse dependiendo de si la mujer era maltratada por su esposo o de si la mujer no era fértil. Pero, después de la Conquista Normanda, la Iglesia lo prohibió bajo la amenaza de ser desheredada. Por este motivo las mujeres se veían coartadas de divorciarse de un marido maltratador y evidentemente esto contribuyó a la erosión del poder de las mujeres.

El desarrollo del Capitalismo, intensificó aún más del poder del hombre. La casa, la vida privada se redujo a reino en miniatura controlado por el marido y el sometimiento de la mujer y los hijos. Empezó pues, el primer conato de enseñar un comportamiento apropiado de las mujeres muy estricto, con panfletos y materiales impresos para instruir a las “buenas esposas” para ser siempre serviles a sus superiores los hombres. Otra consecuencia era que los pequeños delitos eran sentenciados a ser colgados, mientras los hombres culpables de alta traición eran mutilados o decapitados. Las mujeres, sin embargo, obtenían siempre el mismo castigo independientemente del grado de la traición. Esto evidencia el miedo de las mujeres a ser subversivas que aún hoy, en pleno siglo XXI es un hecho.

Pero, ¿cuál fue el realmente el lema capitalista y de la Iglesia, y de quién partió la idea de trocar en servitud una existencia de igualdad de pleno derecho? Todas estas cuestiones evidencian un declive en la sociedad de más a menos, es decir, una sociedad medieval que, a priori, desde nuestra perspectiva debería ser obsoleta delata a nuestra sociedad, supuestamente moderna y a la cabeza de todos los avances, convirtiéndola en una sociedad mediocre respaldada por hombres temerosos de cualquier superioridad que pongan de manifiesto carencias soterradas por costumbres históricas mal evolucionadas por favoritismo.